- Encontrar la presencia de Dios.
- Aprender a escuchar Su voz.
- Profundizar tu intimidad con Jesús.
- Caminar en el poder del Espíritu Santo.
- Descubrir lo sobrenatural.
- Cultivar un estilo de vida de adoración apasionada.
- Crecer en tu identidad.
- Experimentar una poderosa transformación.



